Tomado de Prensa Libre, 20 de abril de 2012, página 54.
En el relato, Galich sumerge al lector en un país que tiene dos lugares habitados, los de Ciudad de Abajo y los de Ciudad Arriba. Se desarrolla en la Guatemala del futuro, donde la población fue dividida en dos. Unos habitan el mundo contaminado y oscuro, y otros, los privilegiados, están en un complejo habitacional en las alturas. Muy pocos se percatan de lo que sucede en ambos mundos.
Es una representación crítica de los valores actuales y los estratos sociales existentes.
Más del relato
Galich, de manera hábil, disfraza su denuncia, dibujando su narración en una Guatemala ficticia donde “los de arriba” pretenden construir un complejo turístico y vacacional llamado Tikal Futura.
Este entretenimiento incluye caza de personas, violaciones y esclavitud, todo dirigido hacia “los de abajo”. Con pasajes sádicos y sanguinarios, los primeros someten a la población que no tuvo el privilegio de ingresar en la ciudad del mundo superior.
Es una visión literaria, aterradora y nada alentadora del futuro de los países centroamericanos. Utiliza los recursos del Popol Vuh para explicar pasajes del relato y los mezcla con un futuro sombrío.
El relato dibuja de manera muy particular la relación de clases sociales en los países del istmo.
Dentro de la trama hay figuras literarias que nos recuerda mucho las persecuciones del tiempo de la guerra interna en Guatemala: sociedades convulsas que buscan la igualdad de oportunidades y de trato.
En otra parte de la novela se forma un comando de rebeldes que luchan por equilibrar la desigualdad social.
Esta novela es un proyecto arriesgado, por lo que implica escribir sobre el futuro. Las relaciones sociales y humanas en su conjunto hacen de esta novela una agradable lectura.
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